Vivimos rodeados de estímulos. Correos, mensajes, notificaciones, reuniones, documentos compartidos… En este entorno digital, hacer varias cosas al mismo tiempo parece la única manera de sobrevivir. Pero la realidad es muy diferente: la multitarea digital no solo es ineficiente, sino que está deteriorando la capacidad de atención, la calidad del trabajo y la salud mental de los equipos.
¿Notas que tú o tu equipo os cuesta concentraros en una sola tarea? ¿Saltáis de una app a otra sin terminar lo que empezasteis? Este artículo te ayudará a entender por qué pasa, cómo impacta en tu empresa y qué puedes hacer para recuperar la atención como recurso estratégico.
El mito de la multitarea
Durante años, se ha idealizado la multitarea como una habilidad deseable, especialmente en entornos laborales digitales. Se ha valorado positivamente en entrevistas, se ha incluido en descripciones de puestos de trabajo e incluso ha sido sinónimo de eficiencia. Pero la ciencia es clara: nuestro cerebro no está diseñado para realizar tareas cognitivamente exigentes de forma simultánea.
Cuando tratamos de hacer varias tareas al mismo tiempo (leer un informe mientras contestamos mensajes, por ejemplo), en realidad el cerebro no procesa ambas cosas a la vez, sino que salta de una tarea a otra rápidamente. Este “salto” genera lo que se denomina coste de cambio de tarea, que afecta directamente a:
- La capacidad de retención.
- La calidad del trabajo realizado.
- El tiempo necesario para completar cada actividad.
Un estudio de la Universidad de Stanford demostró que los multitaskers digitales habituales rinden peor en tareas de atención sostenida, son más lentos en cambiar de tarea y filtran peor la información relevante frente a la irrelevante.
¿Qué es el déficit de atención digital?
El déficit de atención digital es una consecuencia directa del exceso de multitarea, interrupciones y sobrecarga de estímulos tecnológicos. A diferencia del TDAH clínico, este fenómeno no es un diagnóstico médico, sino un patrón de deterioro progresivo de la capacidad de concentración que afecta cada vez a más profesionales.
Este déficit no solo se siente como distracción, sino como una incapacidad para mantener el foco, incluso en tareas que antes se realizaban con facilidad. Entre sus manifestaciones más comunes:
- Cambios frecuentes de pestañas, aplicaciones o dispositivos.
- Necesidad constante de “revisar” algo (correo, chats, notificaciones).
- Frustración por no avanzar a pesar de trabajar muchas horas.
- Olvidos frecuentes o dependencia de recordatorios digitales.
Según el informe Work Trend Index 2022 de Microsoft, el 56% de los empleados afirma tener más dificultades para concentrarse desde que trabaja en entornos digitales intensivos.
Además, una investigación de RescueTime concluye que los profesionales consultan el email o Slack, de media, cada 6 minutos y solo logran 28 minutos de trabajo profundo al día.
Cómo impacta esto en tu empresa
Aunque parezca un problema individual, el déficit de atención digital tiene consecuencias sistémicas en las organizaciones. Afecta la operativa, los resultados y el clima laboral. Estas son algunas de las repercusiones más frecuentes:
Reducción de la calidad del trabajo
Los errores aumentan cuando hay interrupciones. Las tareas complejas (como redactar una propuesta, resolver un conflicto o tomar decisiones estratégicas) requieren foco prolongado. Si este se fragmenta, la calidad y profundidad del trabajo disminuyen.
Bloqueo en tareas clave
La dispersión lleva a que se acumulen tareas importantes pero exigentes. Estas suelen posponerse porque requieren esfuerzo mental sostenido, que ya está agotado por la multitarea previa.
Mayor estrés y frustración
La sensación de “estar todo el día ocupado pero no haber avanzado” es una de las principales fuentes de estrés crónico y frustración profesional. Esto reduce la motivación y alimenta ciclos de desánimo.
Reuniones ineficientes
Si las personas están respondiendo mensajes durante una reunión, desconectan de la conversación real. Esto lleva a malas decisiones, repetición de temas o pérdida de tiempo. También crea sensación de que las reuniones “no sirven”.
Pérdida de innovación
La innovación necesita tiempo libre de ruido. Cuando todo el día se va en tareas reactivas, no hay espacio mental para crear, imaginar o cuestionar. El equipo entra en modo ejecución constante, sin estrategia ni mejora.
¿Qué puedes hacer como empresa para recuperar el foco?
Combatir el déficit de atención digital no requiere prohibir la tecnología, sino rediseñar el entorno digital para proteger el foco. Aquí tienes acciones prácticas, validadas por la experiencia de equipos de alto rendimiento.
Reduce el número de canales activos
Cada canal adicional (correo, WhatsApp, Slack, Teams, etc.) añade ruido. Define un mapa claro de uso:
- Comunicación interna operativa → Slack o Teams.
- Tareas estructuradas → gestor de proyectos (Notion, Asana, Trello).
- Anuncios corporativos → newsletter o canal específico.
Revisa trimestralmente qué canales siguen siendo útiles y cuáles generan duplicidades o sobrecarga.
Fomenta el trabajo en bloques (deep work)
Implantar time blocking o “bloques de concentración” permite a cada persona reservar en su calendario momentos protegidos para tareas importantes. Algunas empresas optan por “horas de silencio colectivo” (ej. de 9:30 a 11:00 h).
- Reunión = solo en franjas concertadas.
- Chat = desactivado durante los bloques.
- Objetivo = lograr al menos 2 horas al día de trabajo sin interrupciones.
Limita las interrupciones digitales
- Desactiva notificaciones innecesarias de escritorio y móvil.
- Reorganiza el entorno de trabajo: agrupa tareas similares, elimina pestañas abiertas sin uso, configura el modo «no molestar».
- Normaliza la comunicación asincrónica para evitar la urgencia constante.
Según el Journal of Experimental Psychology, se tarda más de 20 minutos en recuperar la concentración total tras una interrupción.
Educa al equipo sobre hábitos de atención
Una de las claves está en reeducar a las personas. La mayoría no sabe que su déficit de atención es inducido por el entorno. Puedes ofrecer:
- Mini cursos de gestión del foco (pomodoro, monotarea, gestión de interrupciones).
- Prácticas de mindfulness digital.
- Entrenamientos en productividad consciente (como los que incluye Bienconecta).
El bienestar digital también es una competencia profesional del siglo XXI.
Liderazgo ejemplar
Los responsables de equipo deben ser modelos de comportamiento:
- No responder correos fuera de hora.
- Hacer pausas visibles (y comentarlas).
- Fomentar reuniones sin pantallas o más cortas.
- Valorar el trabajo de calidad, no solo la disponibilidad.
Un equipo sobreestimulado no necesita más esfuerzo: necesita mejores condiciones de foco.
En resumen…
La atención es el nuevo recurso estratégico en las empresas digitales. No basta con trabajar mucho: hay que trabajar con foco. Si quieres que tu equipo rinda más, se sienta mejor y recupere la motivación, el primer paso es revisar cómo está gestionando su atención en un entorno digital sobrecargado.
Eliminar la multitarea no es una pérdida: es una inversión directa en productividad, salud y cultura consciente.